Ubicado en el barrio de Flores, una zona residencial de densidad media de Buenos Aires, Argentina, en un lote de 8.66m sobre la calle Pumacahua, se proyectó el edificio de 890 m2.
Sobre una planta baja abierta donde se ubicaron el hall, servicios y garajes, se desarrollan dos niveles de cuatro unidades simples y dos que rematan el edificio con cuatro unidades en dúplex. Se conforma así un mix de cuatro tipologías distintas que respondieron a la demanda verificada en el lugar.
El edificio se estructura como una superposición de estratos entre dos placas medianeras. Las plantas están constituidas por cuatro unidades por nivel y un núcleo de circulación vertical que las vincula. Este layout organizado en torno a un patio consigue iluminación ideal tanto en los departamentos como en el hall de acceso.
El núcleo de circulación vertical remata en una estructura metálica compuesta por un puente y una batería de escaleras que forma una estructura ad hoc y permite el acceso a las terrazas de cada una de las unidades en dúplex.
La estructura de hormigón, ordenada en tabiques y losas sin vigas, queda absorbida dentro de los muros medianeros y divisorios entre unidades, y los espesores de entrepiso. Los esfuerzos se transmiten en forma directa hacia las fundaciones sin mediar ningún tipo de estructura de transición.
Las instalaciones, ordenadas en plenos individuales, estructuran un núcleo de servicio repetitivo en cada una de las unidades consiguiendo una máxima economía en el armado de las mismas.
Sobre una planta baja abierta donde se ubicaron el hall, servicios y garajes, se desarrollan dos niveles de cuatro unidades simples y dos que rematan el edificio con cuatro unidades en dúplex. Se conforma así un mix de cuatro tipologías distintas que respondieron a la demanda verificada en el lugar.
El edificio se estructura como una superposición de estratos entre dos placas medianeras. Las plantas están constituidas por cuatro unidades por nivel y un núcleo de circulación vertical que las vincula. Este layout organizado en torno a un patio consigue iluminación ideal tanto en los departamentos como en el hall de acceso.
El núcleo de circulación vertical remata en una estructura metálica compuesta por un puente y una batería de escaleras que forma una estructura ad hoc y permite el acceso a las terrazas de cada una de las unidades en dúplex.
La estructura de hormigón, ordenada en tabiques y losas sin vigas, queda absorbida dentro de los muros medianeros y divisorios entre unidades, y los espesores de entrepiso. Los esfuerzos se transmiten en forma directa hacia las fundaciones sin mediar ningún tipo de estructura de transición.
Las instalaciones, ordenadas en plenos individuales, estructuran un núcleo de servicio repetitivo en cada una de las unidades consiguiendo una máxima economía en el armado de las mismas.
Fuente: Arkinetia
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