miércoles, 16 de abril de 2008

El cubo, Kubrick, los borg y la arquitectura de formas puras

Me acabo de topar con un artículo muy interesante acerca del uso de las formas geométricas puras, sobre todo el cubo, en la arquitectura, y ya muchos docentes, yo incluído, tendemos a tratar que los alumnos no diseñen puros cubos, y amplien su repertorio a otro tipo de figuras y formas, me ha parecido oportuno compartirlo con ustedes.

El artìculo, del que les dejo a continuación unos fragmentos, fue escrito por Ariel Cavilli, arquitecto por la Universidad de Buenos Aires, donde ejerció como docente hasta su traslado a Barcelona, ciudad en la que reside desde 2001 y donde trabaja como arquitecto y crítico de arquitectura.

Acabo de revivir la fascinante 2001, Una odisea del espacio; la visión cinematográfica de Kubrick comparte con la de menor calibre de Star Trek: Primer contacto un mismo interés por las formas puras. La omnipresencia del monolito negro de proporciones, posado como siniestra losa o lápida sepulcral, entronca con el mismo deseo intemporal del fascinante cubo Borg. La segunda película impone un colosal hexaedro regular de piel fuertemente texturada desplazándose en posición rotada-diagonal. La rugosidad exterior demuestra un interior con cavidades, una extasiante lógica de infinita repetición y superposición reticular, como aquellos laberintos homogéneos de Escher. Otra incursión en Internet me colocó en el hallazgo de un semejante interés arquetípico-formal; se trata pues de una exposición de arquitectura de cubos organizada por Exposeum. Contiene nueve proyectos que exhiben distintas escalas, aproximaciones y matices del cubo como pensamiento fundante.
"La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes reunidos bajo la luz. Nuestros ojos están hechos para ver las formas bajo la luz: las sombras y los claros revelan las formas. Los cubos, los conos, las esferas, los cilindros o las pirámides son las grandes formas primarias que la luz revela bien; la imagen de ellas es clara y tangible, sin ambigüedad. Por esta razón son formas bellas, las más bellas. Todo el mundo está de acuerdo con esto: el niño, el salvaje y el metafísico. Es la condición esencial de las artes plásticas". Le Corbusier y su Hacia una Arquitectura resonaba así para atrapar la emoción de las intemporales formas primarias. Una arquitectura que traspasa los tiempos: "las Pirámides, el Templo de Luxor, el Partenón, el Coliseo, la Villa Adriana, las Torres de Babilonia, el Puente del Gard, Santa Sofía de Constantinopla, las mezquitas de Estambul, la Torre de Pisa, las cúpulas de Brunelleschi y de Miguel Angel, el Pont-Royal, los Inválidos".
Luego el texto continúa dando ejemplos, a lo largo de la historia, en los que las formas puras y la lógica detrás de ellas, ha dado pie a obras destacadas no solo en la arquitectura, sino en toda una diversidad de disciplinas, aparecen citados nombres como Le Corbusier, Louis Khan, a lo largo de un texto que en un lenguaje por momentos casi poético, explora y reflexiona sobre la trascendencia del cubo en la historia de la arquitectura. Para leer el texto completo haz click aquí.

Fuente: café de las ciudades

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