El dormitorio estudiantil Simmons Hall, desarrollado por el despacho del arquitecto Steven Holl, es producto de la expansión del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y actualmente se encuentra entre los campus universitarios más avanzados del mundo.
El proyecto de 10 niveles, debido a sus dimensiones, tiene su propio sistema de tráfico interno que conecta las áreas en que están las 350 habitaciones de los estudiantes, con áreas comunes tales como áreas de estudio, cómputo, un teatro de 125 asientos, café, un gimnasio y un salón comedor.
El concepto del proyecto es 'porosidad', y es por ello que el proyecto es una gran retícula que asemeja un esponja, en la que los hay aberturas clausuradas y muchísimas ventanas remetidas 18 pulgadas que permiten regular la entrada de luz y protegen del calor el interior del edificio.
La elección del concepto obedece en buena parte a lo alargado del terreno y la relación del edificio con su contexto inmediato. En total el edificio tiene 3000 ventanas pequeñas alternadas con algunas ventanas considerablemente más grandes en las áreas comunes.
En cuanto a diseño lo interesante del edificio, más allá de sus dimensiones y las cuestiones técnicas que lo rodean, es su aparente sencillez, y la elección del cubo como punto de partida. El edificio al final, acaba siendo un proyecto complejo y muy interesante y prueba que no es necesario recurrir a la espectacularidad para hacer un proyecto que destaque, y que puede partirse del cubo para hacer proyectos dinámicos e interesantes.
El proyecto de 10 niveles, debido a sus dimensiones, tiene su propio sistema de tráfico interno que conecta las áreas en que están las 350 habitaciones de los estudiantes, con áreas comunes tales como áreas de estudio, cómputo, un teatro de 125 asientos, café, un gimnasio y un salón comedor.
El concepto del proyecto es 'porosidad', y es por ello que el proyecto es una gran retícula que asemeja un esponja, en la que los hay aberturas clausuradas y muchísimas ventanas remetidas 18 pulgadas que permiten regular la entrada de luz y protegen del calor el interior del edificio.
La elección del concepto obedece en buena parte a lo alargado del terreno y la relación del edificio con su contexto inmediato. En total el edificio tiene 3000 ventanas pequeñas alternadas con algunas ventanas considerablemente más grandes en las áreas comunes.
El edificio tiene una muy interesantes propuesta de ventilación que a través de una suerte de chimeneas permite una buena iluminación hacia al interior del bloque, así como salidas al aire generando así un flujo constante de aire fresco hacia el interior del edifio.
En cuanto a diseño lo interesante del edificio, más allá de sus dimensiones y las cuestiones técnicas que lo rodean, es su aparente sencillez, y la elección del cubo como punto de partida. El edificio al final, acaba siendo un proyecto complejo y muy interesante y prueba que no es necesario recurrir a la espectacularidad para hacer un proyecto que destaque, y que puede partirse del cubo para hacer proyectos dinámicos e interesantes.
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