Algo no siempre fácil de lograr como arquitecto es tener un estilo característico que nos identifique, y que le permite a los demás poder reconocer fácilmente nuestros proyectos.
Hay quienes por el contrario reniegan de los estilos, y prefieren ir dándose de la oportunida de mutar a cada encargo, y aunque invariablemente haya unas contantes en sus trabajos, estas no siempre resultan fáciles de identificar.
Dentro de la primera categoría podemos encontra al estudio Peter Barber Architects, que con su tendencia los blancos, la asimetría, y el predominio del macizo, han logrado afincar un estilo propio que puede comprobarse fácilmente al mirar su portafolio.
Hay quienes por el contrario reniegan de los estilos, y prefieren ir dándose de la oportunida de mutar a cada encargo, y aunque invariablemente haya unas contantes en sus trabajos, estas no siempre resultan fáciles de identificar.
Dentro de la primera categoría podemos encontra al estudio Peter Barber Architects, que con su tendencia los blancos, la asimetría, y el predominio del macizo, han logrado afincar un estilo propio que puede comprobarse fácilmente al mirar su portafolio.
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