Filip Dujardin es un fotógrafo de arquitectura muy particular, ya que no simplemente toma fotografías sino que hace con ellas nuevos edificios que retan la imaginación. Su muy particular estilo surge porque ante la frustración que le provocaba fotografiar edificios impersonales y monótonos, decide con esas fotos crear sus propios edificios, uniendo así sus dos pasiones: la arquitectura y la fotografía.
Paulatinamente se involucró más en este proceso, hasta crear una técnica que le da la libertad de asumir un rol de arquitecto en la creación de estos nuevos edificios imaginarios creados a partir de edificios reales. Sus obras son altamente escultóricas y fácilmente confunden al espectador, ya que intencionalente procura que estén justo sobre la línea entre la realidad y la ficción.
Paulatinamente se involucró más en este proceso, hasta crear una técnica que le da la libertad de asumir un rol de arquitecto en la creación de estos nuevos edificios imaginarios creados a partir de edificios reales. Sus obras son altamente escultóricas y fácilmente confunden al espectador, ya que intencionalente procura que estén justo sobre la línea entre la realidad y la ficción.
Vía: Abitare
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