Hoy día el cristal ya no es solo un simple elemento plano que divide físicamente el interior del exterior, sino que puede tener volumen y formas que lo llevan más allá, dándole un rol todavía más protagónico al que ha tenido durante toda la historia reciente de la arquitectura.
Proyectos como el Trutec Building (foto superior) en Korea, diseñado por Barkow Leibinger Architects, es un buen ejemplo de como el cristal ofrece nuevas posibilidades plásticas a los arquitectos. En este caso los diferentes ángulos dados a los fragmentos de cristal que forman el muro-cortina reflejan simultáneamente el cielo y el contexto construído, creando un efecto sencillo pero muy interesante que refuerza el aspecto volumétrico del muro.
Detalle del muro-cortina del Tutrec Building
A diferencia del Tutrec Builing, que maneja el juego en 3D a nivel micro, o sea en cada pieza de ventanería, otros optan por la opción macro, logrando resultados igualmente interesantes, uno de ellos es el Spertus Institute de Chicago, Illinois diseñado por Krueck + Sexton Architects, en el que toda la fachada se toma como un elemento único que se modela en varios dobleces que la hacen destacar de entre los edificios de su contexto inmediato.
En fin, valgan estos dos ejemplos para ilustrar las posibilidades de este recurso que ahora amplia sus horizontes y ofrece posibilidades nuevas a los diseñadores de hoy, que cada vez más y más empujan los límites y permiten enriquerecer nuestro repertorio de recursos y de opciones a integrar a nuestro quehacer cotidiano.
Vía: A Daily Dose of Architecture
En fin, valgan estos dos ejemplos para ilustrar las posibilidades de este recurso que ahora amplia sus horizontes y ofrece posibilidades nuevas a los diseñadores de hoy, que cada vez más y más empujan los límites y permiten enriquerecer nuestro repertorio de recursos y de opciones a integrar a nuestro quehacer cotidiano.
Vía: A Daily Dose of Architecture
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