Revisando el website Suprageography me he topado con un par de notas que hablan de la expansión de estaciones de conexión para compartir bicicletas en Londres, y el consecuente aumento de bicicletas que se podrán encontrar en estas. El incremento es de 138 estaciones, que sumadas a las 410 ya existentes suman un total de 548, tan solo en la ciudad de Londres.
En la imagen superior puede apreciarse en gris a las estaciones ya existentes previamente y en color a las nuevas estaciones. Con esto Londres sube al quinto lugar en la listas de ciudades con esta opción de transporte, tan solo detrás de 3 ciudades chinas y París. Esto sin duda llama la atención, ya que mientras en América sigue dándose preferencia al automóvil en Europa y Asia se está dando cada vez más la creación de bicirutas y espacios peatonales.
Arriba podemos ver como son las estaciones de conexión, que por lo general están a una distancia de 300 a 400mts una de otras. El sistema para acceder a las bicicletas es sencillo, puedes adquirir una suerte de membresía por cierto periodo de tiempo, y simplemente insertas la tarjeta en el puesto de acoplamiento de la bicicleta, o si no eres un usuario regular puedes pagar una pequeña cuota con tu tarjeta de crédito o debido en la estación. Todo el proceso está automatizado.
Las bicicletas cuentan con luces, y todo lo necesario para ser seguras, y si alguna se te llega a descomponer, simplemente la llevas a una estación la pones en el puesto de acomplamiento, le das click a un botón que le indica al puesto que la bicicleta se decompuso y puedes tomar otra sin costo alguno. Igualmente si al regresarla al puesto de acoplamiento este está lleno, se lo indicas a la estación y ésta te dirá cual es el punto más cercano al que puedes llevarla y dará un tiempo adicional sin costo para que puedas hacerlo.
El sistema no está pensado para que te quedes con las bicicletas todo el día, sino para que las uses para transportarte como si fuera un automóvil. No tiene ningún tipo de seguro o candado, así que si la dejas aparcada y alguien se la lleva te verás forzado a cubrir los gastos correspondiente. Los usos son de 30 minutos, y a partir de ahí la siguiente hora te costará una libra, y el costo se va incrementando mientras más tardes en devolverla, una buena estrategia para no optes por quedártelas por tiempo indefinido y otros usuarios que la necesiten puedan disfrutar de este servicio.
Ojalá y pronto podamos tener opciones como ésta en nuestras ciudades, ya que son la nueva tendencia, son una alternativa altamente sustentable, económica y benefica para la salud.